Entidad Financiadora.  
 

 
Programa Nacional de Recursos y Tecnologías  Agroalimentarias, INIA.

Acción Movilizadora de Sumideros Agroforestales de Efecto Invernadero.

 
 Proyecto Coordinado


Balance de gases de efecto invernadero en sistemas agrícolas y agropecuarios seleccionados (BALANGEIs). 2007 - 2010

Ref Nº: SUM2006-00030-C02-00.

 
 Investigador Principal del Proyecto Coordinado


Dra. Mª Jose Sanz Sánchez

Fundación CEAM

 Entidades participantes

 
Fundación CEAM

I.P. Suboproyecto 1; Dra. Mª Jose Sanz Sánchez

Programa de Efectos de los Contaminantes

 

Universidad de Barcelona

I.P. Subproyecto 2; Dr. Joan Romanyà

Grupo de Investigación: Gestión de la materia orgánica y de la fertilidad del suelo

 
 Objetivos del Proyecto Coordinado


El objetivo general del Proyecto Coordinado es mejorar el conocimiento sobre la capacidad de secuestro de Carbono, y la dinámica temporal de los flujos de CO2 y las emisiones de otros Gases de Efecto Invernadero en la Península Ibérica. De este modo se permitirá realizar estimaciones más precisas del Carbono presente actualmente en un reservorio tan importante como son los suelos bajo diferentes usos (Subproyecto 2) y la dinámica de los flujos en diferentes escalas temporales utilizando las mejores técnicas disponibles (Subroyecto 1 y 2).

Los objetivos del Subproyecto 1 se centran en la mejora del conocimiento de los flujos de todos los gases de efecto invernadero relevantes para el sector agrícola y ganadero a diferentes escalas temporales (desde días a pocos años). Para ello, se han seleccionado 4 sistemas que corresponden a pastizales adehesados y de montaña, y dos cultivos, que se consideran bastante representativos a nivel Peninsular.

El objetivo general del Subproyecto 2 es analizar cómo las tierras agrícolas, los pastos, bosques y la revegetación pueden utilizarse para contribuir a cumplir los objetivos de reducción de emisiones del Protocolo de Kioto. Para ello se desarrollarán  metodologías para estimar las reservas de carbono y se analizará y modelizará cómo los cambios de usos, las técnicas de gestión, la forestación/reforestación y la revegetación, y las perturbaciones como los incendios forestales, producen secuestro o emisión de C, de manera que se pueda determinar qué prácticas reducen las emisiones y optimizan el secuestro de carbono.

 

 Organización de las tareas de BALANGEIs

 
El Proyecto consta de una serie de módulos de trabajo (WP) cada uno de los cuales se estructura en una serie de tareas que se llevarán a cabo durante el desarrollo del proyecto
.

 
 Plan de difusión de los resultados


El plan de difusión de los resultados se articula en varios aspectos:

  • En el marco científico, mejorando la contribución a las redes de observación sistemática en ecosistemas (GCOS–FLUXNET), y al Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (4AR). Y la participación en el desarrollo de planes de implementación de programas como el IGCO (International Global Carbon Observation program), contribuciones al GCP (Global Carbon Project), etc.

  • En el marco de Naciones Unidas y su Convención de Cambio Climático, con la participación activa transfiriendo los resultados más relevantes a los grupos de Expertos de la UE a través de los participantes españoles en los mismos.

  • Contribución directa a la elaboración y aplicación de documentos relevantes para la elaboración de los inventarios de GEIs (como ya se ha hecho en el Good Practice Guidance for LULUCF, IPCC 2003, las nuevas GL IPCC 2006 para la elaboración del inventario), y en la revisión de inventarios de GEIs de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático. Incluyendo la propuesta de nuevos factores de emisión de CO2 específicos para ecosistemas mediterráneos al IPCC (Emission Factors Data Base, EFDB).

  • Trasferencia de los resultados, adecuadamente documentados, a los grupos responsables de la elaboración del Inventario nacional de GEIs, o que deben proporcionar los datos de actividad y emisiones en los sectores 4 y 5.

  • Difusión de los resultados através de entidades como la SEAE, mediante la participación en la elaboración de sus documentos estratégicos sobre el papel de la agrícultura ecológica en la lucha contra el cambio climático.

 

 

Contribuciones posibles u operativas del proyecto a los diferentes aspectos nacionales e internacionales relacionados con el Ciclo del carbono y el Cambio Climático.

 

Para información complementaria; balangeis@ceam.es

 

 Resumen de Resultados

 

Durante el desarrollo del proyecto se realizaron las medidas en continuo de los flujos de CO2, de vapor de agua y de calor sensible, y de las variables meteorológicas complementarias necesarias para la interpretación de los flujos, en las estaciones experimentales de "Las Majadas" (dehesa), de "Alinyá" (pastizal) y de "Sueca" (arrozal).

Estimación de los balances de carbono anual para los ecosistemas considerados

Para la dehesa de “Las Majadas” se obtiene un balance neto de carbono (NEE) de -191, -95, -80, -150, -100 y -104 g C m-2 año-1, respectivamente para 2004, 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009, lo que indica que la dehesa de “Las Majadas” se comporta como un moderado sumidero de carbono. Es destacable que en 2005 y 2008, a pesar del importante déficit de precipitación en invierno-primavera que limitó claramente la producción primaria bruta anual del ecosistema (GPP de 756 y 982 g C m-2 año-1 en 2005 y 2008, frente a 1014, 1068, 1242 y 1011 g C m-2 año-1 para 2004, 2006, 2007 y 2009), la dehesa se comportó como un sumidero, con un NEE similar a los otros años, debido a una reducción de la respiración equivalente a la del GPP (Reco de 850 y 883 g C m-2 año-1 en 2005 y 2008, frente a 1205, 1148, 1091 y 907,  g C m-2 año-1 para 2004, 2006, 2007 y 2009). La conclusión principal es que este ecosistema mediterráneo es bastante resistente a la sequía y su capacidad de fijación del CO2 atmosférico no es muy vulnerable a sequías moderadas.

El pastizal de montaña de Alinyà se comportó también como un sumidero de carbono moderado, con un NEE de -127,8 g C m-2 año-1 de promedio sobre el periodo 2005-2008. Este pastizal tiene una capacidad de fijación de carbono similar a la dehesa, a pesar de tener su actividad biológica limitada al periodo Abril-Noviembre por el frío y la cobertura de nieve en invierno, lo que se refleja en tasas anuales de producción primaria bruta y de respiración bastante más bajas (GPP de 683 g C m-2 año-1 y Reco de 555,2 g C m-2 año-1 para 2005-2008) que las de la dehesa. Los valores obtenidos para el periodo 2008 son similares al promedio del periodo anterior (2005-2007), comportándose el ecosistema como un sumidero moderado de carbono, con un NEE de -104 g C m-2 año-1.

Debido a su manejo, el Arrozal muestra poca variabilidad interanual en sus tasas de intercambio de carbono. Presenta un NEE de -595 g C m-2 año-1 durante el periodo 2005-2008. Sin embargo, tratándose de un cultivo, se debe tomar en cuenta la exportación de carbono asociada a la cosecha para valorar su capacidad de fijación de carbono. A partir de los muestreos de biomasa realizados unos días antes de la cosecha y de su contenido en carbono, se estimó que la exportación de carbono asociada a la cosecha es de 408 g C m-2 año-1. Por lo tanto, el arrozal tiene un NBP (“Net Biome Producción”) de -115 g C m-2 año-1 y se comporta como un sumidero de carbono. Sin embargo, es probable que las emisiones de metano de este arrozal sean suficientemente altas como para compensar e incluso superar la fijación de CO2 atmosférico observada y que el arrozal sea globalmente neutro en cuanto a su balance (sumidero/fuente).

Estimación de los balances de otros GEIs anual para los ecosistemas considerados.

La campaña de medidas de flujos de otros GEIs en las estaciones de Alinyà (pastizal de alta montaña) y en Sueca (arrozal), nos han permitido realizar una primera estimación del balance de estos GEIs. Ambos ecosistemas, pastizal y arrozal, se comportan como fuentes de N2O con un balance de 2 y 5 Kg. N2O ha-1 respectivamente, teniendo en cuenta que en el caso del arrozal este balance corresponde exclusivamente al periodo de cultivo (mayo a septiembre). Estas emisiones corresponden a 592 y 1480 CO2-equivalentes ha-1.

En el caso del metano, el arrozal se comporta como una fuente de metano con un balance de 80 Kg. CH4 ha-1, lo que supone 1840 CO2-equivalentes ha-1. El pastizal de montaña se comporta como un ligero sumidero de metano con un balance estimado de 0,7 Kg. CH4 ha-1 que suponen 16,1 CO2-equivalentes ha-1.

Estos son resultados preliminares que requieren de nuevas campañas de medidas, en el caso del arrozal incluyendo los periodos de preparación del campo antes de la inundación para la siembra donde las emisiones de N2O pueden ser importantes, que además incluyan la variabilidad interanual.

En el ecosistema del arrozal se ha estimado el balance de GEIs, teniendo en cuenta los componentes que se especifican a continuación, la metodología utilizada para cada componente se especifica en el articulo de Ceschia et al. (en revisión) que se adjunta con los artículos publicados o en fase de revisión adjuntados al informe.  Esta estimación se incluye

  • La productividad primaria neta derivada de las medidas tomadas directamente por la estación de flujos.

  • La exportación de C resultante de la cosecha y el tratamiento de los residuos (paja). L

  • Las emisiones por fuegos (en los primeros años se procedía a la quema de la paja),

  • Las emisiones producidas por la maquinaria agrícola: uso directo, mantenimiento y amortización.

  • Pesticidas: emisiones asociadas con la producción, transporte, almacenamiento y transferencia.

  • Fertilizantes: emisiones asociadas con la producción, transporte, almacenamiento y transferencia de fertilizantes orgánicos e inorgánicos.

  • Emisiones de N2O producidas por el uso de fertilizantes

  • Emisiones de N2O producidas por la descomposición de los residuos abandonados en el campo (paja).

  • Riego: emisiones producidas la utilización de bombas para la regulación del nivel del agua en el campo (inundación/drenaje).

 

Sin considerar las emisiones de metano, el arrozal se comporta como un sumidero de carbono, con un balance promedio para el periodo 2004-2008 de 561 CO2-equivalentes m-2 año-1. Dado que nuestras estimaciones de las emisiones de CH4 solo tienen en cuenta el periodo de cultivo, si estimamos el balance anual del CH4 utilizando datos procedentes de la literatura (Pathak et al., IPCC 2006, Zou et al. 2009), las emisiones de CH4 resultan en 20 g CH4 m-2 y-1, correspondiendo a una emisión de 460 CO2-equivalentes m-2 y-1. Por lo tanto, teniendo en cuenta las incertidumbres y que se trata te resultados preliminares, el cultivo del arrozal resulta un sumidero de carbono, con un balance anual de 100 CO2-equivalentes m-2 y-1. La revisión de dichas incertidumbres puede resultar en que el arrozal se comporte finalmente como un ecosistema neutro en términos de emisiones o una ligera fuente.

 

 

Figura 1. Medidas en Sueca. A. Flujos de N2O. B. Flujos de CH4. C. Flujos de  CO2

 

 

Inventario de C en los suelos de la España peninsular 

El contenido total de carbono orgánico en los suelos españoles (hasta un metro de profundidad) se puede considerar próximo a los 3,5 Pg (1 Petagramo = 1015 g = 1 gigatonelada

Figura 2. Distribución del contenido en carbono de los suelos peninsulares.

 

Los resultados obtenidos se han aplicado en el Inventario de emisiones de gases de efecto invernadero de España años 1990-2008. Resultados que han permitido estimar el valor del Carbono Orgánico del Suelo de referencia (COS REF) a nivel provincial y por uso de suelo y realizar la respectiva cartografía.

 

Capacidad de fijación de C en tierras cultivadas:

El cese de la labranza puede mejorar los niveles de materia orgánica de los suelos. Sin embargo, en suelos calcáreos mediterráneos los cambios esperados serían menores. Este hecho se debe tomar en consideración tanto para la mejora del funcionamiento de los suelos como para la maximización de la fijación de C atribuible a nuestros suelos. El uso de materia orgánica exógena puede ayudar a aumentar la reserva de C orgánico en suelos carbonatados. Todo ello seria a costa de una pérdida de la reserva de carbono mineral del suelo. La pérdida de carbono mineral del suelo normalmente se traduce también en un aumento de la movilidad del P y, por lo tanto, puede tener implicaciones en la productividad de los cultivos que aumenten a su vez la reserva de C del suelo.

El uso de estiércoles compostados ofrece un potencial de fijación de C mucho mayor que el uso de estiércoles frescos, mezclados con purines y con fertilizantes minerales. Sin embargo el uso de estiércoles compostados ralentiza el reciclado de N en el suelo. A pesar de todo, el uso de cantidades de estiércol compostado cercanas a 10 t/ha puede resultar en buenas disponibilidades de N.   

 

Capacidad de fijación de C en sistemas forestales:

El papel del fuego en la reserva de C orgánico edáfico parece no influir a largo plazo. Incluso la acumulación de carbón vegetal en el suelo no parece aumentar con la recurrencia de los incendios. Por otra parte, se ha visto que los efectos de la sequía pueden ser de gran relevancia en los matorrales. España posee una buena proporción de sus territorios forestales bajo matorrales.  Este hecho se debe tomar en consideración en los balances de C de los suelos a la escala del País.

La regeneración de la vegetación post incendio parece ser un factor clave para los balances de C en ecosistemas mediterráneos. La introducción de especies arbóreas en zonas desarboladas puede aumentar en gran manera la capacidad de fijación de carbono de nuestros ecosistemas forestales.  

 

Capacidad de fijación de C en pastos:

Las variables que afectan al microclima tales como pendiente y orientación son muy relevantes para predecir la reserva de C en zonas culminales de montaña alpina. Estas variables deberían ser incorporadas en los mapas de C a escala de detalle.

La disponibilidad de N tiene un papel relevante en la regulación de la estabilización de C orgánico en los suelos de prados de alta montaña.

El abandono de los pastos no parece comportar, a corto plazo, una disminución de la capacidad de fijación de C. Se desconoce, a medio y largo plazo, como evolucionaría el C acumulado en el suelo. La proliferación de piorno montano en pastos tampoco comporta una pérdida de C acumulado. Más bien, se estima un aumento del C fijado de unos 4-6 kg m-2 en la biomasa aérea y subterránea y hojarasca de matorrales de 20 a 40 años de edad.

 

 Capacidad de fijación de C de los trabajos de revegetación:

La adición de compost ha comportado una fijación en el sustrato de un 75% del carbono añadido a corto plazo. En cambio, no añadir compost determina un ligero incremento en el contenido de carbono orgánico determinado por la vegetación. Dentro del contexto de un proceso de revegetación, es importante considerar que potenciar excesivamente un estrato herbáceo tiene repercusiones negativas para el establecimiento de especies leñosas. Si se tiene en cuenta este efecto, posiblemente la mejor actuación, aunque no sea tan rentable desde el punto de vista de la fijación de Carbono edáfico, seria limitar la adición de enmiendas orgánicas para potenciar una vegetación leñosa que determine entradas de materia orgánica regulares. 

 

 

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